La respuesta más obvia es sí, pero con matices.
Cuentan de la tarta Tatín que fue fruto de un error de un chef, que una vez tenía la tarta introducida en el horno, se dió cuenta de que no le había puesto el hojaldre, decidió ponerlo por encima y pensó que al darle la vuelta no sucedería nada.
El resultado, es que lo que sucedió fue magia, una manzana caramelizada, suave, tierna y un hojaldre impecablemente crujiente, estos fueron los inicios según la historia de una de las tartas más maravillosas y deliciosas que podáis realizar.
Dado que en principio el Kamado no le va a aportar humo, parece poco lógico encenderlo solo para hacer esta tarta pero démosle la vuelta a la tortilla, o a la tarta Tatín:
Imaginaros que estáis cocinando un asado, y tenéis ya el kamado encendido, y estabilizado, una vez terminais, mientras la carne reposa, es muy sencillo dedicar 10 minutos a la preparación de este manjar, y dejar que se vaya horneando mientras degustamos nuestro plato principal con nuestra familia y amigos, estando lista justo en el momento de degustarla.
Además el Kamado le aporta a la tarta Tatín algunas características más que interesantes, entre ellas, la humedad, que se genera dentro del propio kamado, y que hace que el hojaldre se cocine de forma impecable, y la segunda, y nada desdeñable, es que el calor por la parte inferior es más intenso, lo cual ayuda a caramelizar mejor la manzana, mientras nuestro hojaldre se hace de forma más lenta y uniforme.
la receta de tarta Tatín cocinada en kamado, no puede ser más sencilla, aunque después de pruebas y accidentes os diré, que resulta imprescindible poner el deflector, para evitar que la manzana junto al caramelo terminen quemados.
estos son los ingredientes para la receta de tarta Tatín jugosa y crujiente en Kamado:
1 kg de manzana en este caso golden.
150g azucar.
75g mantequilla
1 masa de hojaldre (por favor buscar una que esté hecha con mantequilla).
Cómo hacer tarta Tatín perfecta en Kamado:
Todas las tartas Tatín que he cocinado a lo largo de mi vida, las he hecho en hierro, así que en esta ocasión, aunque amo los cacharros de barro de alfarería Marisol, me he decantado por una pieza de hierro fundido, pero como soy un poco pijo, y extremadamente práctico, elegí un molde específico para tarta Tatín que venden en LeCreuset, que me garantiza una manipulación perfecta, y un elemento que me durará toda la vida, además, que sea específica para hacer tarta Tatín, no impide que se pueda utilizar como elemento de cocina para otras muchas cosas.
A partir de aquí, con el Kamado encendido, tirando a fuerte, y sin deflector, ponemos la mantequilla en el molde, en la parrilla sobre las brasas, y Una vez se haya derretido, añadimos el azúcar y con una lengua de silicona o paleta de madera, nunca nada metálico, le vamos dando vueltas hasta que primero se mezcla la mantequilla con el azúcar y después se convierta en un caramelo, en cuanto esté un poco rubio, sacarlo, ya que el hierro mantiene el calor y terminará de cocinar nuestro caramelo, si esperamos más de la cuenta, nos lo quemará y arruinará la tarta.
Pelamos, descorazonamos, y partimos por la mitad las manzanas, y las colocamos sobre el caramelo, con la parte lisa hacia abajo, si nos sobra alguna, la podemos partir otra vez por la mitad, y rellenar los huecos para que nos quede el soporte lo más homogéneo posible, aunque no es necesario, podéis mezclar las manzanas con el caramelo, para que queden caramelizadas por todas partes.
Introducimos el deflector en el Kamado, y ponemos sobre las parrillas el molde con las manzanas a 120° durante aproximadamente 20 a 25 minutos.
Pasado este tiempo, pinchamos las manzanas con un palillo de madera, y si lo atraviesa con facilidad, ya están listas para ser cubiertas con la lámina de hojaldre, que mejor sacarla fría de la nevera en este momento para que sea más fácil manipularla, pondremos con cuidado, y hundiremos los bordes que nos sobren por el lateral para acabar de conformar la base de nuestra tarta.
Aumentamos la temperatura de nuestro Kamado hasta los 180° durante otros 20 25 minutos, y tendremos la Tatín perfecta
Solo queda desmoldar, siempre sin utilizar elementos metálicos, darle la vuelta, y si queréis, acompañarla con un poco de nata batida sin que llegue a montar, que equilibrará todavía más los matices de nuestra magnífica tarta Tatín.
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