Las costillas a la brasa es una receta tradicional, pero esta vez hemos querido crear una nueva receta novedosa y para ello, hemos hecho unas costillas 3-2-1 con salsa de alioli. Si, si, como lo oís, salsa de alioli. Esta receta normalmente se hace con mostaza o salsa bbq, pero esta vez vamos a probarla con una salsa más suave.
Ingredientes
- Costillar de cerdo o duroc
- Alioli
- Condimento de la alegría (pimienta negra, pimienta blanca, cebolla en polvo, ajo en polvo, laurel, tomillo, romero, orégano)
Lo primero que hay que hacer es configurar nuestro kamado con los reflectores. Al ser una receta de cocción lenta es importante que no le de el calor de manera tan directa. El kamado debe estar a 90º.
Con la ayuda del soporte de costillas vamos a poder colocarlas en el kamado.
Hacemos un corte por la mitad, a continuación, las cubrimos de manera uniforme con el alioli. Gracias a este alioli que lleva huevo, vamos a conseguir que las especias se adhieran a la carne.
Cubrimos el costillar con las especias por ambos lados. Podéis añadir más especias si queréis.
Importante, la configuración del kamado es sin cesto, con el cenicero abajo. El carbón va directamente sobre él, ya que al ser una combustión lenta no queremos que se oxigene tanto y que consuma el carbón antes de tiempo.
Una vez cubiertos ambos los ponemos en el soporte y los metemos en el kamado durante 3 horas a 90º.
Han pasado dos horas y hemos decidido añadirle unos cuantos pellets al kamado para que aporten un aroma y sabor ahumado al costillar. Monolith tiene un surtido de pellets de distintos sabores, y este en concreto de Cherry es el que recomiendan para costillas.
Pasadas las 3 horas las sacamos y procedemos a cubrirlas con otra capa de alioli. A continuación, las cubrimos con papel de plata para aumentar su temperatura y conseguir que las costillas queden tiernas y su carne se vaya separando del hueso.
El alioli lo que hace es aportar humedad y hablando la carne dentro del papel de plata. Las dejamos durante dos horas envueltas.
Han pasado las 2 horas y las costillas huelen a especias. Retiramos el papel y volvemos a echar alioli. Mucho cuidado al retirar el papel de plata, ya que estará caliente y puede que suelte vapor caliente.
Directamente las cubrimos de alioli y las colocamos otra vez en el soporte. Esta vez, se cocinan durante 1 hora. Al meterlas esta vez sin el papel, vamos a conseguir que adquieran un toque crujiente.
Ya ha pasado la última hora y las costillas están muy tiernas, tanto que costará retirarlas del kamado. La carne está tan tierna que se deshace.
Gracias a las especias y a los pellets conseguimos una variedad de aromas que impregnan el sabor de la carne. La textura es crujiente por fuera y por dentro suave y tierna. Una combinación de sabores que sorprenderán a vuestras papilas gustativas.
Si os ha gustado esta receta o tenéis alguna duda, podéis dejar un comentario. ¡Me encanta leeros!
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