Hace muy poco tiempo os presenté uno de mis nuevos juguetes para disfrutar cocinando en el kamado: el rustidor para kamado Monolith Classic. No me he podido aguantar las ganas de verlo en funcionamiento, y he decidido utilizarlo para crear esta receta para kamado: pollo asado al carbón con el rustidor para kamado Monolith Classic Pro Serie 2.0.

Este pollo lleva el aliño que prepara mi suegra (podéis aprender a prepararlo aquí) y que le dará un toque de sabor todavía más especial. En el vídeo podéis ver los consejos de Luis Barrios, propietario y chef de los restaurantes Chincha, que me ha contado todos los secretos para hacer un pollo asado al estilo peruano.

El hecho de que el pollo con rustidor en kamado esté girando es lo que hará que se mantenga jugoso por dentro, y coja el humo poco a poco. Con lo cual, en esta receta el pollo va a quedar con un sabor y texturas deliciosas. Como es la primera vez que pruebo este accesorio para cocinar en kamado, sólo he preparado un pollo, pero en el rustidor para kamado de Monolith caben hasta dos pollos.

¿Qué ingredientes hacen falta para cocinar un pollo con rustidor en kamado?

Pollo de corral de 2 kg.
Cerveza.
Aliño, cuya receta e ingredientes las tenéis aquí.

Cómo cocinar un pollo asado al carbón con el rustidor para kamado Monolith paso a paso

El primer paso de esta receta es encender el kamado, para que vaya cogiendo temperatura. El carbón que utilizo en este video es de Fuegomarket, ya que, gracias a su calidad, hará que esta receta de pollo para kamado tenga un resultado excelente.

Para cocinar este pollo asado al carbón hay que poner los deflectores en el kamado, para que recojan la grasa del pollo y así evitar que ésta caiga en el carbón y produzca llamaradas. Yo he aprovechado que Monolith tiene unas bandejas que sirven para recoger grasa y líquido y las he puesto en el kamado, directamente en el fuego.

He añadido un par de trozos de madera de roble ligeramente húmedos (para que ardan más lentamente), para conseguir así un toque ahumado que le va a sentar fenomenal a esta receta para kamado. Se colocan directamente sobre el carbón, y se ponen los deflectores encima de ellos. Como se va a colocar el motor del rustidor, es importante que la pieza esté en “x” respecto a nosotros, no en cruz. Sí no, afectará al giro. El motor del rustidor se coloca encima de esa pieza.

A continuación, he ensartado el pollo de corral en el rustidor, y la verdad que el diseño de este accesorio para kamado facilita mucho el proceso. Para que el pollo de corral se cocine mejor en el kamado, he colocado el pollo en el medio de los dos tenedores de carne que le sujetan. Así, el pollo está correctamente ensartado.

Seguido de esto, he echado unas cuantas cervezas en las bandejas para recoger líquido, para asegurar que el pollo quede correctamente hidratado y sea más crujiente. Después, hay que colocar el pollo ensartado en el rustidor. Hay que encajar la parte de atrás justo en el punto en el que va a girar.

También hay que colocar el meater en el pollo, para medir su temperatura: el pollo asado al carbón con el rustidor estará cocinado cuando llegue a una temperatura de 70-72 grados aproximadamente. Y ahora viene la mejor parte: darle al botón, ¡y ver como el pollo en kamado empieza a girar!

El kamado debe alcanzar una temperatura de máximo 180 grados, aunque si tenéis tiempo, os recomiendo que lo ajustéis a 150 o 160 grados. Así se consigue que el pollo se haga más lentamente, y se haga mejor.

Una hora y media después, con el kamado estabilizado entre 160 y 180 grados, he comprobado que el pollo tenía un olor delicioso, y por lo que me han dicho, un color estupendo. Una vez se ha sacado el pollo asado al carbón fuera del kamado, hay que dejarlo reposar unos 5 minutos.

Mientras el pollo reposaba, he retirado el rustidor del kamado. Este accesorio para kamado tiene unos detalles muy interesantes, como, por ejemplo, que el motor está algo separado del metal para evitar que se caliente excesivamente. Otro detalle para tener en cuenta es que los agujeros que hay en el lateral para poder apoyar las brochetas hacen que salga vapor y humo por allí, y que por lo tanto sea más difícil controlar la temperatura del kamado. Es importante recordar este detalle.

Después, hay que retirar las bandejas, que están llenas de líquido. He tenido que añadir un poco más de agua a mitad de la cocción y un poco más de cerveza casi al final de este cocinado en kamado. Es muy importante tener controlada la cantidad de líquido que hay en las bandejas, ya que no se tienen que secar en ningún momento. Por lo tanto, hay que ir vigilando esa cantidad mientras el pollo da vueltas en su rustidor.

Por último, hay que pasar la salsa de cerveza reducida con jugos de pollo de las bandejas metálicas a un bol. Tras dejar el pollo reposar unos 5 minutos, lo he desmontado de la brocheta del rustidor. ¡Y ya está listo para ser degustado!

Os recomiendo utilizar el rustidor para kamado Monolith classic, porque el pollo tiene un sabor y texturas espectaculares.

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